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4TO EVENTO LITERARIO " LIBERTAD" 07 DE MARZO 2016

lunes, 7 de marzo de 2016

NELLI EDITH GONZÁLEZ ACOSTA


AGUACERO.

Borrascoso cielo, presagio de tormenta
cobran las nubes un paso ligero,
matices de gris ocultan el cielo.
El viento azuza.
Se mecen los árboles en rítmica danza,
gotas cargadas golpean la tierra
centelleo brillante desgarra las nubes,
sonidos misteriosos de roncos tambores
rompen el silencio, adormecen los trinos.
Revuelo de gotas y hojas. Tormenta.
Croar de ranas sedientas.
Cristales ligeros golpean mi semblante,
viento encolerizado enreda mi melena.
A campo abierto sobre aquel puente
que carga recuerdos de horas felices,
recibo esta bendición de agua que besa el suelo,
trajeando mi cuerpo con perlas
de aniquilados cristales.


DESDE EL MAR


Te he visto entre dos luces.
¡Ha sido tan hermoso ver tu silueta ilusionada!
Saberme a lo lejos, buscada.
Verte solo y sentirme a tu lado como ayer.
Hoy soñando con cada amanecer
y mañana tal vez con mi llegada,
viniendo del mar con mi amor cargada,
para hacer de tus días un lugar de horas felices.
O tal vez, me encuentres liada entre dos olas,
a tu vera mi vuelo detenga embelesada
y comience un nuevo amor en la alborada.

EL OTOÑO DE LA VIDA

Esta vez no había tormentas en el cielo.
Nada que para el amor, fuera desvelo
todo estaba guardado allí, en nuestro lar.
Nuestro banco y aquel árbol sin el mar,
aún silbaba el viento entre las hojas
y el matiz del paisaje, cargaba el cielo en sus alforjas
Solíamos llegar temprano entonces
a mirar ese cielo que sin nubes
traía el nuevo día a nuestras vidas.
¡Llegamos hoy en pleno otoño!
El árbol carga en su copa caro sueño
mientras vivimos el embeleso
que él acunó en el primer beso
y lleva en sus ramas las vivencias prometidas.
El también vive su otoño
y nosotros hemos cumplido nuestro sueño.



HOMBRE. 
(Homenaje a la mujer)

Hoy soy yo la que pide silencio
¡Quiero hablarte!
Ayer fue mi silencio, el bastión que orgulloso esgrimías
Hoy te pido silencio y no me ensalzo,
me acerco a ti con el corazón en mis manos.
Tómalo. ¡Te lo ofrezco y no te juzgo!
Sé que aún persigues mis silencios,
mas no quiero dejar de ofrendarte con amor,
mi gozo y mi vuelo en libertad.
Sé que aún hay mujeres apagadas,
sus sueños por ti hechos girones.
Igual siento que debo dar mi primer paso
Y decirte:
¡Hombre escúchame! Soy como tú,
una parte de ti vive en mí,
de mí tú has venido a la vida.
¡Escúchame! Pongo en tus manos
este corazón que todo lo perdona
y te recibo como amigo y no como depredador.
¡No me calles ni me hieras, no me mates!
Hoy es mi día, no me alagues,
No me traigas regalos ni hagas homenajes,
solo ofréceme el derecho a ser libre como tú
¡Y no dejes que otra más, falte a este día!



MI SILENCIO
(Homenaje a la mujer)


No es lo mismo tu orden impartida
cuando sabes que con ella me acorralas
y me lías a tus pies cual una esclava.
¡No es lo mismo tu silencio para mí!
No. No lo es. 
Es la muestra de lo que ya no existe,
de aquello que por ser mujer me oprime,
lo que de ti viene cargado de egoísmo
a cerrar todas mis porteras y a cortar mis alas.
No es lo mismo que tú me pidas silencio. ¡No!
¡Porque yo soy mujer y tengo miedo!
Y me humillo a tu vera, infeliz y despojada
de todos mis sueños que tu hombría me ha negado.


RAÍCES
(A quienes nos legaron la vida)


Su mirada se pierde en busca del tiempo que se fue,
las sombras de la noche se amarran a su espalda
y en el velo de su cabeza dejó la luna su plata.
En su tez escribió la vida las historias de días idos
¿Quién seca su rostro cuando la nostalgia llega?
¿Quién ha dejado a la vera del destino su corazón herido?
¿Dónde fueron a parar las caricias que esas manos dieron?
Solos. En un hogar para ella y otros como ella. Solos.
Abandonados al destino que nadie quiere.
Viendo como escapa la vida y el final acecha
esperando el regreso del hijo que acunó en su seno.
Alejados del mundo, encerrados en jaulas humanas.
¡Allí están ellos! Nuestras raíces. Nuestro primer vagido.
Solos. Abandonados al azar como cosa sin valor.
Sin embargo cargan en su corazón
la ternura y la historia que nos pertenece
e impunemente nos negamos a aceptar.

Nelli Edhit González Acosta.
Uruguay

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